Nacido en la Ciudad de México, Arochi vendió su primera fotografía a los 15 años.
Después de ser expulsado de la escuela, compró su primera cámara, la cual significaba
para él una puerta de entrada al mundo. Embarcándose en un viaje para documentar
sus pasiones, se aventuró en territorios desconocidos, relacionándose con individuos
enigmáticos y capturando las profundidades del océano con su lente. Luto, su primer
largometraje como director, representa la culminación artística de este notable viaje,
caracterizada por el ritmo y las perspectivas distintivas de Arochi, resulta en un
poderoso lenguaje audiovisual.