La primavera de 2022 la cineasta Marina Lameiro es invitada al pueblo navarro de Uztárroz a hacer un proyecto y propone a sus habitantes hacer una película de manera colectiva en la que ellos sean los autores. El guión se decide en asambleas y se hacen pequeños equipos en los que las habitantes, junto con la cineasta, registran las imágenes con una cámara Bolex de cuerda y una grabadora de sonido. Participan más de 50 personas de todas las edades para hacer un retrato del verano en su pueblo.