En 2016, en Francia, vuelvo al cine ordenado, con una versión del cuento de Perrault, mi cuento preferido, producida por “”Paraiso films””. La diferencia con el cuento original es que en mi versión la princesa se duerme en 1900, y se despierta en el año 2000, es decir, se pierde todo el siglo veinte. El rodaje fue un recorrido de castillos mágicos en Bretaña, y de ruinas paleolíticas, en las que el hada Gwendolina se pasea, y encuentra, en el suelo, el ala petrificada, en escayola, de un ángel.
Me parece que esta ha sido la película mas cara que he filmado, hasta ahora.